lunes, 1 de noviembre de 2010

Entre jaras, lentisco y acebuche


Entre jaras, lentiscos y acebuches ascendemos camino de las Ermitas. La historia, o la leyenda, local nos cuentan que el caballo de Alfonso XIII reventó del esfuerzo al subir por este camino.

Nos ofrece una oportunida única de disfrutar, mientras hacemos ejercicio, de las mejores vistas panorámicas de Córdoba. Sin embargo, el inicio del sendero es bastante desalentador. A las jaras , lentiscos y acebuches se unen bolsas de plástico, embases de bebida y otros tipos de basura. Papá el gobierno (estatal, autonómico o local) tiene su parte de responsabilidad .Todos las mañanas se limpian los restos del botellón en otras plazas de la ciudad para que la imagen de esta no se altere. ¿Por qué no prestar la misma atención lugares como este que son el espejo para muchos, turistas o no, de Córdoba?. Sin embargo, reconozcamoslo, somos nosotros, los que dejamos la basura, los que no enseñamos a nuestros hijos unas mínimas normas de comportamiento, los verdaderos responsables de esta imagen.

Fuera de toda connotación religiosa, muy respetable para los que la encuentren, subir hasta el Desierto de Nuestra Señora de Belén, las Ermitas, nos vendría bien a todos para meditar sobre esto.


"Hay en mi alegre sierra
sobre las lomas,
unas casitas blancas
como palomas. ..." (Antonio Fernández Grilo)

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